martes, 3 de junio de 2008

Libros de la calle

Esta tarde, cuando ella salió del trabajo, caminó unos metros por Viamonte hacia la esquina de Junín. Vio un grupo de gente arracimada en torno a una pila de libros que ocupaba casi todo el ancho de la vereda y un par de metros de largo, justo a la altura de la famosa Bolsa del libro. De a ratos un cartonero salía de adentro de la librería y volcaba más volúmenes, mientras pedía una "colaboración" por el laburo.

Ella se detuvo y trató de adivinar entre viejos vademecums y folletos sobre administración de consorcios algún diamante perdido. Vio una tapa gastada, que alguna vez fue violeta y hoy apenas se anima al rosa. Al pie descubrió la sigla clave: EUDEBA. Y en algún lugar resonó el célebre eslogan de Boris Spivacow, "más libros para más".

El título -a esta altura, una pequeña anécdota- es un clásico de Torcuato Di Tella: Sociología de los procesos políticos. En la primera página tiene un fichado de biblioteca circulante; en las interiores, aparece un subrayado minucioso con lápiz negro y algunas anotaciones con letra tímida y redondeada. Portantiero, Murmis, Prebisch, Germani, O'Donnell y Nun, merodean por los agradecimientos y el prólogo, fechado en 1984.

Los libros saben esperar en silencio, agazapados en los pliegues de las bibliotecas. Pero cuando de verdad hace falta, un impulso vital los ayuda a salir a la calle. A buscar otras manos, a profanar otras conciencias, que para eso nacieron.

1 comentario:

Una tipa dijo...

Lo malo de algunas cosas ( y a veces personas) es que con el tiempo van perdiendo el color