jueves, 1 de marzo de 2007

Asfixia - Chuck Palahniuk

La pregunta es: ¿Qué esperan de Palahniuk? Admito que mis expectativas eran un poco excesivas. Había leído el excelente relato Tripas (Guts), sabía que era el autor del El club de la pelea y no mucho más. Pero estaba convencido de que me iba a sacudir un par de estantes de la biblioteca. No fue para tanto.

Asfixia comienza con una advertencia que funciona, al mismo tiempo, como desafío. Inmediatamente después el relato se dispara y regala unas primeras páginas a pura potencia en las que el atormentado Víctor Mancini repasa los grandes fracasos de su vida. Desde una madre anarquista que iba y venía de la cárcel, hasta su fallido paso por la universidad como estudiante de medicina. Algunas relaciones entre la historia infantil y la personalidad del protagonista están un poco forzadas, pero la narración avanza tan rápido que las desprolijidadades, cuando aparecen, no molestan.

Mientras tanto, Víctor intenta recuperarse de su adicción al sexo en un grupo de autoayuda, visita a su madre en un asilo y trabaja como campesino del siglo XVIII en un parque temático. Y se asfixia, claro. Cada noche en un restaurante distinto. Su rutina consiste en simular un ahogo con un pedazo de comida para que el primer vecino de mesa que se acerque y lo ayude a volver a respirar se convierta en su salvador, se preocupe por él y le mande plata en el futuro. La vieja historia del muchacho que, en el fondo, sólo quiere que lo quieran.

Así las cosas, hacia la mitad del libro la trama se vuelve difícil de sostener y esa madeja construída con envidiable velocidad en las primeras páginas, empieza a mostrar puntos débiles. No obstante, la historia logra mantenerse a flote haciendo pie en las escenas bizarras -el registro que al autor le queda más cómodo-.

En el final, Palahniuk nos lleva por callejones a lo Easton Ellis y reproduce como en sordina los acordes más oscuros de Carver, para terminar de definir la figura de Denny, el amigo de Víctor que colecciona piedras levantadas de la calle a las que llama "mis bebés". A él recurre el protagonista antes de dar el gran salto e intentar convertirse en un héroe.

La determinación es graciosa y a la vez patética. Después de hacer que tantos simples mortales tuvieran sus cinco minutos de gloria salvándolo de sus ahogos, Víctor se lanza a enderezar su propia vida. Con el intestino obstruído por los restos de un juguete sexual y el convencimiento de que le espera un futuro de mesías, parece, por fin, listo para respirar solo.

Imborrable: los consejos que Denny le da a Víctor mientras construye un muro de piedras en un terreno baldío.

Ficha
Asfixia
Chuck Palahniuk
Editorial DeBolsillo
Edición 2001
Precio: $18

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